En el programa de ETB-2 “La noche de” presentado por Félix
Linares, se ha incluido una sección sobre la presencia de lo políticamente
incorrecto en el cine, exponiendo claros casos de machismo y discriminación
femenina aparecidos en la gran pantalla.
Pero debe añadirse que el cine ha sido a su vez fuertemente discriminatorio
con los hombres, ya que en muchas películas se han trasmitido culturalmente
desde el comienzo de su andadura varias de las discriminaciones de género
masculinas más atávicas y dañinas, como la competencia
extrema entre varones, identificable fácilmente en las películas
de acción, bélicas y los Westerns, o la vinculación de
lo masculino al riesgo, con las películas de aventuras o héroes
masculinos que asumen grandes peligros al servicio de una causa o la comunidad,
como un rol de su sexo que demuestra su valía como hombres.
Ambos elementos culturales apoyan discriminaciones demostrables con estadísticas,
como las presentadas por la “Secretaría de la Declaración
de Ginebra” en su informe mundial del 2011, titulado “La Carga
Global de la Violencia Armada”, que arroja un ratio de un 87% de muertes
violentas sufridas por hombres, frente a un 13% sufrido por mujeres.
O las diferencias en accidentabilidad laboral presentes en nuestro país
entre los años 1997 a 2012 y calculables con las tablas del INE sobre
accidentes laborales leves, graves o mortales que indican como en estos quince
años los hombres fueron víctimas del 79,35% de los accidentes
totales sucedidos en este periodo, padecieron el 88,99% de los accidentes
laborales graves, y sufrieron la elevadísima tasa del 96,65% en los
accidentes mortales, al ser las profesiones de mayor peligro, clara prueba
de la vinculación de lo masculino al riesgo, reservadas por la sociedad
y la educación preferentemente a los hombres.
Igualmente y con el auge de la misandria cultural potenciada por el feminismo
radical, abundan las películas donde sistemáticamente se desprecia
o humilla al sexo masculino comparado con el femenino.
Así, el sexismo cinematográfico no sólo peca de machismo,
sino también de hembrismo y misandria, sólo que no es “políticamente
correcto” criticar las discriminaciones antivarón.